¿Cuál sería un primer balance e impresiones de la finalización de la gira LA VENTURA Argentina 2011? Acabó anteayer, aún en plena digestión de emociones pero la verdad super positivo. Hicimos un recorridito por partes de Argentina. Volver a lugares que ya conocíamos y concretar cosas que estaban ahí en el aire. Queríamos hacer lo del Barrio la Gloria en Mendoza, lo de Zanon en Neuquén y volver a ver los amigos de Córdoba, los de Rosario, y aquí en Bs As. La verdad super positivo volver a ver todo el equipo de 300 que trabaja aquí con nosotros que también es uno de los porque nos apetece siempre volver, porque a nivel de equipo aquí hay una gente que valoramos mucho. Hay una fuerte amistad y respeto. Y además ese público impresionante por todos lados. Una fuerza extraordinaria. El balance está ahí y hablo a mi nombre y de todos los músicos de “La Ventura”. Impresionante el público con el cual siempre nos encontramos aquí. Hay una sintonía super potente.
Sobre el origen de “La Ventura”. ¿De qué modo sintetizarías la elección de ese nombre?
No hay concepto ni nada, me gusta la palabra por las miles de significaciones que tiene. Se puede entender “aventura” y eso creo que siempre es lo que busqué en mi vida. Era una canción de Mano Negra “La Ventura”. Etimológicamente no sé muy bien que quiere decir pero está ahí, a mi me emociona esa palabra. Esta la palabra “aventura” adentro y me conviene para lo que le pido a la vida. Que sea una aventura. Hoy La Ventura incluye el parámetro de saber arriesgar y de no tenerlo todo controlado. De poner la carne al asador en el momento presente. Pero no hay concepto, el núcleo duro a nivel de banda es lo que fue y podrá volver a ser algún día Radio Bemba y es una experiencia super linda. Hay una fuerza de amistad única en la banda y un respeto mutuo entre músicos y técnicos. Por eso me gusta tanto volver aquí, porque ampliamos la familia. Desde siempre que he montado bandas, para mí es lo más importante. Luego hablemos de notas y de afinar, pero tiene que haber una amistad fuerte, eso es lo imprescindible.
Se ha comentado mucho la dedicación con la que te has brindado a saludar y agradecer a cada una de las personas que trabajan en los conciertos (desde el armado de escenario hasta la iluminación, el catering, etc). ¿Reconoces esa cercanía con el equipo de trabajo?
Llevamos años así. Desde Mano Negra y en Radio Bemba el show es un show de sinceridad. Hay que ser sincero y no son sólo las dos horas de show. La sinceridad es desde que llegas con la furgo por la mañana hasta cuando te vas y se cierran las puertas. Un show no depende sólo de 4 músicos o de 5, 6 o 7. Es mucha gente que trabaja y que hace que este show tenga una energía positiva o negativa. Entonces dependemos de todo eso y es importante que todo el mundo se sienta valorado porque efectivamente tiene su valor. Cualquier persona que trabaja en un show es importante. El que recibe a la gente, el que organiza, el que hace las luces, el sonido, el que monta el sonido, el que hace seguridad (clave), etc. Se trata que la buena vibra no es sólo las dos horas que están en el escenario sino sería muy falso. Sería más teatro que otra cosa. Nuestro teatro es la vida. Se agradece a todos y cada uno que estuvo participando en el show y al público que es el 5 elemento de la banda. Somos 4 pero somos muchas más que 4. Hay noches que somos miles. Hay noches que somos 20. Cuandotocamos en bares o en este caso en la Argentina que fue más masivo somos miles. El público es imprescindible para lo que hacemos. Es parte del show. La energía que nos mandan es la energía que les mandamos. Es un pequeño dinamo que se pone en marcha y empieza a generar energía. Va del palco a la platea, vuelve y les mandamos fuerza y nos mandan fuerza y así es. Yo siempre valoro todo eso y la honestidad en la propuesta. De la banda, de los que trabajan y de la honestidad del público que viene realmente a aportar su energía también.
¿Podrías profundizar la noción de “dictadura de la novedad”?
El consumismo. Lo insostenible de los patrones de esta cotidianidad que es la sociedad del consumismo. Hoy en día toda esta sociedad a través de la tele, de los anuncios, te impone lo novedoso. Si tienes algo anticuado de más de dos años ya es viejo. “Hay que tener lo nuevo” y eso es insostenible. Acaba siendo una dictadura porque a los pibes les machacan la cabeza diciéndole que si no tenés lo último, lo más novedoso no eres nadie. Es totalmente falso. Y eso no tiene futuro. Ya no hay recursos para tanta novedad y la dictadura que nos impone la sociedad a nivel de la novedad es una imposición dictatorial. Yo personalmente nunca fui así. Siempre tuve cariño de mi gente de siempre. Soy fiel con eso. Tengo cariño a mis objetos de siempre así que mis zapatos hasta que duren los amo. Son parte de mi vida. Los cuido y no me importa que hayan salido zapatos más novedosos. Los que te están llevando son esos y el respeto a la gente y el respeto a los objetos también. No puedes abandonar un objeto que te ha apoyado toda la vida porque llegó uno más novedoso. No es justo a nivel humano. No me interesa vivir en ese plan y es lo que hace que la sociedad sea insostenible. Te machacan con la novedad. Hay que consumir lo nuevo porque es nuevo. ¡Qué importa que sea nuevo! Lo antiguo también es valioso. Si ya no sirve ya no sirve pero si sirve está ahí. ¿Para qué cambiarlo? La novedad puede ser super positiva pero muchas veces tiene que ver con la vanidad, muchas veces te empuja esa vanidad de lo novedoso. A veces tengo gente que me dice: “tu estás haciendo siempre lo mismo”, si seguro que si, capaz que tiene razón, no lo he avalado yo personalmente pero lo que estoy haciendo nunca lo he valorado por el lado si es nuevo o antiguo. Es que no me importa. Me sirve en un bar, me sirve en una cancha grande porque genera lo que necesitamos que es energía positiva generalizada. Que sea nuevo o antiguo ahí no está el problema. Ahí está también el peligro de las modas. La moda es algo super mercantil. Yo personalmente en mi vida y en mi manera de ser no estoy en eso. Estoy más en la fidelidad que en la moda. Hasta que sea funcional y que sirva en lo positivo. Luego si la novedad aporta algo realmente novedoso y te hace mejorar, es lo primero que yo quiero. Nunca tenerle miedo al futuro y a lo que está llegando porque hay que ir hacia ahí. Yo siempre pienso que lo que importa es el futuro pero lo más importante de todo es el momento presente porque es ahí donde se cocina el futuro. Entonces lo que sirve es lo que sirve en el momento presente. Lo importante no es lo nuevo sino lo útil.
¿Cómo seguir pensando procesos de construcción de autonomía cuando las instituciones, por ejemplo el mismo Estado, te interpelan o convocan y en algunos puntos hasta parecen compartir ciertas perspectivas ideológicas? ¿Cómo se mantiene ese equilibrio entre la independencia y las instituciones?
Es difícil responder. En mi vida con los políticos establecidos nunca conseguí sentir que compartíamos los mismos ideales. Entonces mi respuesta es no lo sé. Pero hombre si algún día llega gente con cargos políticos que uno siente que llega a ser positivos para u
n presente y un futuro que tu compartes…¡Hombre es el sueño! Yo nunca lo he vivido. En mis horas, días, años y países donde viví nunca aconteció. Pusimos fe en cierta gente de vez en cuando y más o menos pero siempre acabamos sintiéndonos defraudados. No sé si es por algo de corrupción que tienen en los genes que cuando llegan se olvidan de donde vienen. El poder corrompe. Es feo decirlo pero la historia de la humanidad lo enseña. Los casos de gente al poder que no se corrompieron son poquísimos. Entonces esas cosas yo nunca las he conocido, excepto a veces a niveles locales, más de pueblos o de lugares más pequeñitos. A veces he encontrado gente que representa por vía democrática al pueblo y que considero que intentan hacer lomejor posible. También es muy fácil decir que son todos corruptos. No es verdad. Hay gente que lo intenta sinceramente. A nivel local de vez en cuando me he encontrado con gente así. A nivel más amplio no se si se les borra la perspectiva o qué… debe ser más complicado. En mi vida realmente nunca me he encontrado a nivel nacional a gente en la que pueda tener el 100% de confianza. Les puedo tener el 20 o el 30… a veces! La pregunta es difícil, pero el sueño es ese, la utopía es esa. Que la gente que nos gobierna porque los hemos elegido respeten la confianza de la gente y la entiendan. Hubo casos en la historia pero la situación es super revuelta y complicada.
Para las generaciones más jóvenes una nueva manera de seguir discutiendo la propiedad tiene que ver con los territorios tecnológicos, con las experiencias de software libre o algunos modos de organizarse que discuten la propiedad privada en la transmisión de información y datos, pero también de tecnologías relacionadas a la biología, la genética… ¿Vas siguiendo esos panoramas? ¿Te parece que es un territorio actual desde donde discutir la propiedad?
Hombre, lo es hoy con tecnologías nuevas, como lo fue siempre con una hectárea de tierra. Quien es propietario de la tierra y quien la trabaja. ¿Por qué ocurre tan a menudo que no son los mismos? Quien es propietario del software y quien lo trabaja, estamos hablando de tecnologías nuevas pero es un debate super antiguo, se aplica a todo. Hoy están patentando hasta las semillas. Es absolutamente absurdo al final, porque no creo que el futuro vaya por ahí. Intuitivamente, porque no sé muy bien hacia dónde va el futuro. Pero el futuro que yo sueño es un futuro de compartir. Y el futuro que yo sueño no es “esto es mío y te lo alquilo”. Pero es un eterno debate que no es nuevo, es ancestral. Lo que hablábamos antes de la novedad, yo siempre recuerdo esa película, clave para mí, de las más bonitas que vi en mi vida “Les Enfants du Paradis” (Los niños del paraíso), que el guionista fue Jacques Prévert: Es un dueño de un teatro y llega un artista nuevo, joven, y le intenta vender la moto, pero sigue super bueno diciendo “no, es que mi actuación es super novedosa” y el señor lo mira y le dice “amigo, la novedad es la cosa más antigua del mundo”. Al fin y al cabo todo es reciclaje. Hace mil años con tierra, hoy en día con mega pixels… pero lo que hay que cambiar es la manera de compartir lo que hay, y ahí está la cosa. Hoy a nivel masivo, hace unos años se habló de Internet como una gran revolución, y es una verdad y una falsedad. Hoy en día todos los canales de Internet están a nivel masivo super controlados, se puede hacer lo que se quiere, compartir lo que se quiere, pero son tres o cuatro que lo controlan y cuando quieren lo cortan, no para todos porque algunos tienen las vías alternativas, pero para la masa de la gente el g
rifo está controlado por tres o cuatro.
En ese marco ¿qué significa para vos que prácticamente toda la comunicación sobre tu llegada a nuestro país se haya hecho de modo directo de personas a personas? Por supuesto eso después lo tomó el sistema de medios, pero se constituyó una comunidad afectiva, de boca en boca, que además tiene una fuerza masiva impresionante.
Es un orgullo y una satisfacción inmensa para uno. No es para nada para recriminar a los medios masivos de comunicación o qué, porque hacen lo suyo y todo bien. Pero a nivel de convocatoria, para unirnos todos en un lugar, la cosa se hace de manera orgánica y totalmente espontánea y analizar el por qué no sé analizártelo, pero es así. Y para mí es un inmenso orgullo que sea así, y agradecido que funcione. Es algo orgánico que está y que lo hemos cocinado todos juntos durante años de conocernos y de juntarnos ahí, allá, y no dependemos de los medios de comunicación para juntarnos, lo que me parece bastante sano. No estoy denigrando a los medios de comunicación. Si vamos a los medios vamos para comunicar algunas cosas más interesantes, no para decir “por favor, te necesito para que avises a la gente que…”. Hablame de amor, hablame de la guerra, de cómo está el mundo, pero no necesitamos el plan mercantil, no hay esa relación que a nosotros no nos interesa. Y ahí capaz que no nos entienden, porque siempre está esa cosa, que todo el mundo piensa que se necesitan los medios de comunicación para ser alguien, y nosotros en nuestro pequeño nivelcapaz que damos la prueba de que no es así. Nosotros hacemos lo que nos gusta hacer y conseguimos lo que nos gusta hacer y que nos parece positivo para todos, para nosotros, para los que nos vienen a ver, para que estos eventos donde nos juntamos se generen, sin que sea necesario pasar por medios de comunicación masivos. A mí me parece super sano. Siempre hay esa cosa de que “no, porque vas a los medios de comunicación…” así un poco prepotente, pero “no, es que necesitas de nosotros”. Pero no, no te equivoques “son vosotros que necesitais de nosotros artistas, y del público o de otros que te escuchan”, no es al revés. Pero hoy en día evidentemente los líderes de comunicación así prepotentes, los voy a llamar, se creen los dueños del mundo y son peligrosos en el sentido que crean la opinión, hacen o deshacen a un presidente, hacen o deshacen a un artista. Y eso no es sano. Mi padre fue toda la vida periodista, y yo considero que el trabajo de periodista es otro. Es de informar a la gente, no es ser juez de lo que está bien y de lo que no está bien.
Artísticamente ¿a qué cosas le estuviste prestando atención últimamente?
Al cada día, al que me encuentro en la esquina y al que nos encontramos por los caminos. Tengo la suerte de viajar mucho y ahí está lo que siempre he dicho y sigo diciendo, los artistas que más me conmueven y que me encuentro no pasan por televisión, o por los medios de comunicación masivos, capaz que ni los conocen. Pero están ahí, mi vecino el Pablo en Barcelona, que trabaja de payaso en Rambla, pero que montó su banda “Chimango” y que ha hecho un disco cojonudo que hasta ahora han salido 50 copias. El me emociona por decir uno, pero son miles así. La gente que nos hemos cruzado en esta gira por Argentina, murgas de Mendoza, de Rosario, artistas múltiples y diversos que nos hemos encontrado por ahí, que lo hacen con fe y que lo hacen con ganas y cariño. Yo creo que lo importante es eso, que gente que me encontré en el este de Europa en Macedonia, países del este de Europa que mucha gente no sabe ni que existen, y que hacen una mezcla de música tradicional de ahí con electrónica, que son absolutamente apasionantes. Yo sigo creyendo mucho y me apasiona el artista de proximidad, que sigo intentando ser también. Obviamente que nuestra convocatoria es masiva, pero siempre intentamos escaparle un poco a eso e ir a tocar a lugares donde la gente ni nos conoce, por razones geográficas o de generación, y tocar a nivel, sin escenario. Estuvimos llenando esta última semana tres estadios Malvinas Argentinas, pero hace tres semanas estaba tocando en el cumpleaños del cocinero del bar de enfrente de mi casa, y eso me realiza como artista también, porque ahí en el bar de enfrente de mi casa con todos los de mi barrio, ¡cuidado que la crítica es más dura! Son más exigentes, en el buen sentido de la palabra. Pero se trata de eso yo creo, a mi me conmueve cualquier artista que se compromete con su vecindario y se siente parte y útil a su vecindario.
Fuente: Manuchao.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario