(Texto de Charly Esperanza publicado en el fanzine KAÓTICA en la edición de agosto del 2005)… Frente a frente , ella sobre mí y su remera que volaba por el aire dejando a la vista sus dotaciones mamarias que la madre naturaleza la había otorgado, pero aún semi cubiertas por la última prenda íntima para ponerle suspenso al hecho.
Mis dedos demostraron su torpeza de no poder abrir el cofre de la buena fortuna y esto posibilitó a la Yoli la oportunidad de pensar mejor las cosas y mandar al freezer todos mis deseos de carne, diciendo: “mejor lo dejamos acá, junta tus ganas y en otra oportunidad pasará lo que tenga que pasar”. Bla bla bla. Por mi propia incompetencia tuve que caminar hasta mi casa con el amigo erecto dentro de los pantalones que parecía sumarse a las burlas que ya sentía sobre mis espaldas.
Pero de todo lo malo pueden sacarse cosas positivas. Decidido a no volver a perder mi próxima oportunidad por no saber librarme de una prenda, utilicé una táctica que aconsejo a cualquiera. A modo de práctica usé corpiño día y noche durante varios meses hasta que me resultó una pavada poder quitármelo antes de dormir. Pruébenlo.
FIN
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