SALVAME JEBÚS (SEGUNDA PARTE)

(texto de Charly Esperanza publicado en el fanzine Kaótica del número de marzo del 2006)

* abandonados a su propia suerte sobre una tierra árida sin frutos ni alimentos, Adán y Eva tuvieron que trabajar duro para comer. Además, para aumentar los dramas comenzaron a nacer los hijos. Estos al ir creciendo se unían para formar sus propias familias; o sea, se daban masita entre hermanos y ahora acusan de pervertido al pobre pibe que le tiene hambre a alguna prima lejana. El hecho es que así desde el incesto se fue poblando la tierra, mientras Dios distraído seguía jugando con sus creaciones en el jardín del Edén.

* entre los hijos de Adán y Eva, la Biblia destaca a los hermanos Caín y Abel por un episodio que derivó en sangre y muerte. Como siempre, la violencia vende. Resulta ser que Caín estaba enojado con Abel porque las ofrendas de su hermano eran las preferidas por Dios. Entonces, un día sin más explicaciones, Caín mata a Abel de un palazo en la cabeza. Las placas rojas de Crónica televisión (firme junto al pueblo) dirían: “último momento … en la loma del orto … los hermanos sean unidos … Caín asesinó de un palazo en la cabeza a su hermano Abel … en su huída también mató a dos personas más y a un boliviano … el cartonero Báez lo vio todo … ampliaremos”.

* la violencia en la tierra comenzó a crecer hasta alcanzar índices muy elevados. Pero Dios recién reaccionó cuando los cacos llegaron hasta el jardín del Edén e ingresaron para fanear y comerse los animales. Uniformado con su traje de milico, Dios decidió actuar. La primera medida como solución fue mandar un diluvio que mate a todos los hombres de la tierra. Primer registro histórico de la lucha contra el terrorismo.

* para salvar a los hombres buenos y a los animales dispersos en la tierra, Dios encomendó a un personaje llamado Noé la función de construir un arca de madera de tres pisos que resistiera el diluvio. Noé tardó varios años para construir el arca por problemas de sobreprecios y materiales vencidos con la empresa constructora. Hasta que al fin, una vez concluida la labor, por órdenes de Dios subieron al arca un macho y una hembra de cada especie animal, y por clientelismo conveniente también ingresaron los parientes y amistades de Noé. Los únicos que no pudieron salvarse por llegar tarde, cuando las puertas ya se habían cerrado por dentro, fueron los unicornios.