(fragmento de la entrevista al músico Osvaldo de la Fuente realizado por Charly Esperanza y publicado en la revista "PRÓXIMA ESTACIÓN" del mes de setiembre del 2008)
Próxima estación:- ¿Cuánto interfieren los avances tecnológicos en los procesos de grabación de un disco?
Osvaldo:- por internet está cambiando mucho el mercado de los discos y de los artistas. Yo tengo una teoría futurista, mi idea es que en algún momento ya no van a existir los artistas globales sino los artistas regionales.
Próxima estación:- y ahora la disminución de las ventas es la principal preocupación de las discográficas multinacionales.
Osvaldo: claro, están tirando manotazos de ahogado. Lo próximo que va a pasar es que las discográficas se van a retirar y ahí quedan los artistas que hacen la música sin buscar el negocio. Al haber tanta información los tipos pierden el poder. Antes ellos decían “en este año saquemos 5 discos”, ahora yo hago 5 discos en mi casa porque quiero y ¿quién me va a decir algo? jaja. En este momento todos los grandes artistas están en myspace porque se les fue de las manos a las discográficas, se les escapó el poder. Lo que me atrevo a vaticinar es que las propuestas que van a quedar para la gente como algo más tangible y al alcance son los artistas regionales. Por eso no veo la necesidad de irse porque cuando venga todo eso que ya está pasando vamos a estar nosotros los que nos bancamos todo y vamos a cosechar lo que nos merecemos. Lo mismo va a pasar con todo lo que es producción regional, no solo la música.
Próxima estación: ¿la cuestión de la piratería afecta o beneficia el trabajo de un músico?
Osvaldo: mi visión más real y concreta es que la música no es de nadie, hasta las autorías se van perdiendo. Todo es tan pasajero y lo que no es de nadie no puede ser pirata. Obviamente hay un mercado y uno tiene que pagar el alquiler, tiene que comer, tiene que vivir, y todas esas otras demandas, pero pasa lo mismo con la tierra, siento que no hay un dueño. La música no es de nadie, simplemente requiere tu tiempo y laburo y uno requiere tiempo y laburo de otra gente. Una de las cosas que a mí me gustó de la música electrónica fue que pude ver eso, vos te vas a una fiesta electrónica te pasan temas y no sabés de quien es, podés bailar toda la noche y no te calentó ni el autor, ni nada, simplemente si estaba bueno o no. Todo perdió identidad, todos fueron nadie en la electrónica. Esa fue una de las últimas revoluciones que escuché en la música, obviamente al poco tiempo a mí me saturó porque son elementos que se estancaron pero como algo que antes no estaba y que de golpe creció, fue una revolución para mí.
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